La Iglesia de San Miguel acogió en la jornada de ayer la Eucaristía con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.

Siendo la segunda vez que se celebra esta jornada en la Diócesis, tras la creación de la Delegación Diocesana de Migraciones con la nueva estructura de la Curia Diocesana, todo el Pueblo de Dios que peregrina en la Iglesia Asidonense se congregó en la Iglesia de San Miguel. En este templo se celebró una Eucaristía, presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, donde diferentes idiomas y culturas se unieron en torno al pilar fundamental de nuestra vida que es Cristo.

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En la homilía, Monseñor José Rico Pavés, recordó que en la jornada de ayer celebrábamos a los arcángeles y la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado. Centrándonos primero en los arcángeles, destacó que ocupan un lugar especial como vemos en las Escrituras, ya que nos acompañan para ser abrazo del Señor que nos protege en toda nuestra vida. Así también lo fue el templo de San Miguel, cuya construcción fue para proteger una de las puertas de la ciudad sede de la Diócesis.

El otro tema que nos ocupaba en esta Eucaristía, era la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, idea en la que el prelado subrayó que todos somos hermanos, algo que nos daremos cuenta solo si nos dejamos inflamar por el amor de Cristo. Asimismo, ha mencionado que en nuestra Diócesis tenemos un número creciente de migrantes y refugiados, que junto con el lema que nos trae esta campaña debe hacernos cuenta que todos somos peregrinos y nuestra meta es el cielo. Igualmente, ha destacado la importancia de mirar con los ojos de Cristo, y así dejarlo que camine en medio de su pueblo haciendo que todos nos unamos como hermanos en un solo altar.

Por otro lado, mencionando las lecturas proclamadas en la liturgia, ha destacado varias ideas. En primer lugar, debemos darnos cuenta que debemos ser dóciles al Espíritu Santo y así dejarnos llevar por el camino que Cristo quiere. Asimismo, debemos recordar que nuestra fe nos hace unirnos a todos, haciendo que no rechacemos a nuestros hermanos. En segundo lugar, la idea que debemos sacar es que nuestros bienes son los de la vida eterna y no los que tenemos aquí en este mundo, por ello como imagen de Cristo debemos llevar su amor a los demás para así anticipar el cielo en la tierra. Y en tercer lugar, debemos darnos cuenta que la idea principal es la comunión de la Iglesia universal, cuidando los detalles más pequeños, siendo los más humildes porque estos son los preferidos del Señor.

Por último, cabe destacar el momento tan especial que vivimos al término de la Eucaristía, donde la comunidad ucraniana realizó un canto a la virgen. Asimismo, también se unieron otras comunidades a ellos, finalizando con la salve rociera cantada por el coro que estuvo presente en la celebración.

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