La Delegada Diocesana de Misiones de Asidonia-Jerez nos invita a participar de la celebración del Domund que tiene lugar durante esta semana. Asimismo, pone especial hincapié en la Vigilia de la Luz que tendrá lugar este viernes a las 20hrs en la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Merced.

Caminar a la luz de Dios, con la llama encendida en el corazón.

El Santo Padre ha elegido este año como lema para el Domund “Corazones Ardientes, Pies en camino” basándose en la lectura del camino de Emaús, en la que dos discípulos, tristes y desanimados, van discutiendo por el camino mientras Jesús sale a su encuentro, pero ellos no lo reconocen. 

Creo que, si fuéramos sinceros con nosotros mismos, reconoceríamos que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sido como los discípulos de Emaús y no hemos sabido reconocer a Jesús o incluso nos hemos olvidado de Él. 

Son muchas y muy diferentes las causas que pueden alejarnos de Dios, pero todas ellas tienen una cosa en común: tarde o temprano nos pasan facturan y nos hacen sufrir y mucho, porque vivir sin reconocer a Dios, es vivir a oscuras. 

Pero, aunque te hayas perdido, o creas que no tienes arreglo, Jesús no se rinde nunca. El tomará la iniciativa, saldrá a tu encuentro, se te abrirán los ojos, sabrás reconocer que siempre ha estado caminando a tu lado, que jamás te ha abandonado y entonces arderá tu corazón.  Y cuando eso pasa, cuando te sientes realmente amado por Dios, de una manera que no es comparable con nada, porque Dios no se puede comparar con nada, sientes que ya no tienes que seguir cargando tantas cosas, ni volver a guardar nada, porque Dios lo sabe todo de ti y a pesar de eso, te ama. Te quiere así. Con tu pasado, con tu presente, con tus tropiezos, con todo, y solo te estaba esperando para curar tu corazón, a veces destrozado y vendar todas las heridas de tu vida con vendas de amor, para que puedas levantarte y volver a caminar, sabiendo que no vas solo, que Él te acompaña y lo hará para siempre.

Empiezas a encontrar sentido a esa alegría que es distinta e inexplicable y que antes no tenías. Y con el paso del tiempo te das cuenta de que no es pasajera, que permanece en el tiempo, en la medida en la que permaneces unido a Jesús. Una alegría que viene de muy dentro, con la que sobrellevas dificultades que antes te aplastarían. Ahora, las dificultades, aunque siguen estando, las llevas de otra manera, porque te apoyas en Jesús. Y entonces es cuando quieres correr como los discípulos que vuelven alegres a Jerusalén para contar que Jesús ha resucitado. 

Quieres volver para que otros vean a Jesús y Él pueda hacer con los demás lo que ha hecho contigo. Ahí es cuando empiezan a ponerse “los pies en camino” Porque un regalo así es imposible quedártelo solo para ti. Por eso la misión parte de un corazón que ha ardido de amor de Dios, porque nadie puede dar aquello que no ha recibido primero. Uno tiene que llenarse de Dios para poder proclamarlo con su vida allá donde Dios nos quiera llevar. 

Un corazón ardiente, pone los pies en camino en la familia, en el matrimonio, entre los jóvenes que lleven a Jesús a al colegio, a la universidad, entre los inmigrantes, con los compañeros de trabajo, con el vecino, con los amigos… El mundo necesita a tantos misioneros ¡quedan tantas personas por reconocer a Jesús! Hacer misión es ir al corazón del otro y a veces ser misionero empieza con algo tan sencillo como contagiar una sonrisa.

Pero, sobre todo, tenemos el deber de sostener con la oración a nuestros Misioneros Ad gentes, son los misioneros que Dios elige y que guiados por el Espíritu Santo parten a todos los rincones del mundo para proclamar el Evangelio por los cinco continentes, permaneciendo en las zonas de peligro cuando ya todos se van, muchas veces arriesgando su propia vida, perseguidos, secuestrados, maltratados y aun así deciden seguir porque se sienten enviados y van a echar sus redes “En nombre del Señor”. Su vida entera es dar y darse hasta desgastarse anunciando a Cristo con el testimonio de la vida para que sea conocido hasta los confines de la tierra. 

Santa Teresita del Niño Jesús, Patrona de las misiones, nos dice: El amor todo lo puedeJesús no mira tanto la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, sino el amor con que tales obras se hacen…” y es verdad… el Amor todo lo puede.  

 Jamás hay que perder la esperanza porque Dios lo puede todo. Para El nada hay imposible. Por eso, nunca te rindas en querer compartir el amor de Dios de corazón a corazón, a veces con una simple sonrisa, a veces con tu propia vida, con una palabra, con una limosna… pero lo que nunca fallará es la oración. 

Por eso os esperamos a todos para unirnos como Iglesia y Familia en un solo corazón que camina a la luz de Dios, rezando para sostener a los que necesitan nuestra oración para seguir anunciando que Jesús está vivo y camina a nuestro lado.

Este viernes a las 20:00 para una hora Santa, la Vigilia de la Luz. – Campaña del Domund- Empezaremos puntuales. 

Nos acompañara HAKUNA y alguna bonita sorpresa más. 

Begoña Díez Rainer

Delegada Diocesana de Misiones de Asidonia-Jerez