Durante la experiencia del camino de Santiago, uno de los presos participantes con la Pastoral Penintenciaria de Asidonia-Jerez nos cuenta el cambio que ha supuesto para su vida.

Como cada año, la Conferencia Episcopal Española con las Pastorales Penitenciarias de la Diócesis de España han vivido la experiencia del Camino de Santiago. Encuentro importante que se vive en esta actividad, ya que cambia la vida de cada una de las personas que participa. Un ejemplo es el testimonio de un preso perteneciente a la Pastoral Penitenciaria de Asidonia-Jerez, quien nos cuenta como la experiencia ha cambiado su vida.

«Yo estaba peleado con Dios», con estas palabras comienza este testimonio, que cuenta como de este pensamiento todo cambiado desde que entró en prisión y vivir la experiencia del camino de Santiago. Asimismo, nos explica que es el momento perfecto para pensar en uno mismo y hacer retrospección. Igualmente, nos destaca que otro de los pensamientos que tenía mente era a sus seres queridos que ya no están, además de las dificultades que ha pasado en la vida, las cuales, nos explica, no deben hacernos inmóviles, sino que nos sirvan para ser más fuertes y seguir hacía adelante.

Por otro lado, nos menciona el gran ambiente existente en el camino entre voluntarios y funcionarios de prisiones, los cuales puedes conocer mejor durante toda la experiencia. Esto último, nos comenta que es importante, ya que también nos hacer darnos cuenta que debemos ser empáticos con los demás, ya que cada uno tiene sus problemas y preocupaciones.

«Es una experiencia que no olvidaré en mi vida», con estas palabras esta persona nos cuenta el gran momento vivido, ya que por ejemplo una de las cosas que destaca es reconciliarse con las personas, es decir, el volver a confiar. Asimismo, nos explica como se ha dado cuenta de la importancia de la perseverancia, cualidad que no ha estado presente en su vida.

Por último, nos subraya otro de los aprendizajes que se lleva en este camino, y es el saber escuchar y estar junto a la persona que lo necesita. Asimismo, nos menciona que el mensaje que saca de todo esto es que el Señor quiere que yo esté con esas personas que por cualquier circunstancia estamos más incómodo.