La Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros de El Puerto de Santa María se encuentra en pleno proceso de restauración, gracias a una nueva inversión de 438.583,50 euros que permitirá acometer la segunda fase del Proyecto de Conservación y Restauración de sus fábricas exteriores. Esta intervención, que se focaliza en las capillas de la Epístola, la Puerta del Sol y el ábside del templo, se debe gracias a una subvención de la Diputación Provincial de Cádiz, gestionada por la Diócesis de Asidonia-Jerez.
La restauración contempla importantes trabajos de conservación de los elementos arquitectónicos y escultóricos del templo, con el objetivo de preservar su valor histórico y artístico. En las capillas de la Epístola, se renovarán los bajantes y se repararán los sumideros de la cubierta. Además, se llevará a cabo la consolidación y restauración de las fábricas y elementos escultóricos que presentan signos de deterioro debido al paso del tiempo.
Por otro lado, en el ábside del templo, se renovará el sistema de evacuación de aguas y se reposicionarán las gárgolas que han desaparecido con el paso de los años. También se arreglarán los sumideros, lo que contribuirá a la correcta gestión de las aguas pluviales. Con el fin de proteger la fauna que habita en la Basílica, se reubicarán los nidos de cigüeñas de la cubierta de los salones parroquiales y se instalará un pastor eléctrico en zonas sensibles del templo, para evitar que las aves se posen en lugares no deseados.
Esta intervención se suma a una inversión anterior de 147.029,24 euros, que permitió la sustitución de las carpinterías y la restauración de los huecos exteriores de la nave de la Epístola, así como la realización de estudios técnicos para conocer las patologías del edificio y planificar intervenciones futuras.
El Ayuntamiento reafirma así su compromiso con la protección del patrimonio histórico de la ciudad y la puesta en valor de uno de sus símbolos religiosos y culturales más destacados.
Desde la Diócesis de Asidonia-Jerez se dedica especial atención a la conservación de sus templos históricos, conscientes de que no solo son patrimonio cultural, sino lugares de encuentro con Dios. La restauración de la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros es un ejemplo claro de este compromiso, buscando preservar su belleza y funcionalidad para que siga siendo un espacio sagrado donde los fieles y peregrinos puedan experimentar la presencia de Cristo. Estos templos, a través de su esplendor, siguen siendo un reflejo del amor divino y un faro de esperanza para todos.