El primer templo de la Diócesis acogió esta Eucaristía que da inicio a las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa.

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El primer templo de la Diócesis acogió en la jornada de hoy la Eucaristía con bendición de ramos y palmas a las 11hrs, presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez. La celebración comenzó junto al monumento de San Juan Pablo II donde el prelado ha bendecido los ramos y palmas, para así una vez entrar en la Santa Iglesia Catedral.

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En la homilía, Monseñor José Rico Pavés ha recordado la importancia de lo que vivimos esta Semana Santa, donde debemos acompañar a Cristo en las distintas enseñanzas de vida eterna que nos deja, y así fijarnos en dones como la humildad. Asimismo, las lecturas que nos propone la liturgia, nos destaca la oración, ya que Cristo en los momentos de soledad y sufrimiento de la Pasión, vemos como se dirige al Padre para así mostrar la confianza en Él.

Por otro lado, siguiendo con la idea de las lecturas, ha mencionado como Cristo viene al mundo para soportar todo nuestro pecado, para así pasar el tránsito de la muerte y llegar a la luz de la Resurrección, siendo la esperanza para todos nosotros. Asimismo, ha subrayado como Cristo sigue la voluntad del Padre, tomando la cruz, ejemplo que nos deja como símbolo de humildad, ya que en la cruces que recibimos en nuestra vida, seremos capaces de ver el rostro de Cristo.

En otro orden de ideas, ha destacado la idea de negarnos a nosotros mismos, y así ser servidor de todos nuestros hermanos. Ya que solo de esta forma, y convirtiéndonos en niños podremos acercarnos a Cristo. Asimismo, debemos fijarnos en el silencio, cualidad que nos permitirá escuchar la Palabra de Dios y así cumplir su voluntad.

Por último, ha mencionado la reacción de amor de Cristo en la pasión, el cual debe ser ejemplo para nosotros, ya que en momentos de sufrimiento, debemos ser capaces de responder en silencio y no devolver con el mal sino con el amor. Asimismo, debemos mirar a María, la cual acompaña a su hijo siendo fundamental, aceptando siempre la voluntad del Señor aunque no comprenda.