Tras finalizar la JMJ de Lisboa hablamos con distintos fieles de la Diócesis que han participado en ella, en concreto con Rebeca, joven jerezana que padece Esclerosis Tuberosa, y su madre Ana María, quienes nos destacan un mensaje de este encuentro, la confianza en el Señor.

Tras vivir la JMJ de Lisboa, los jóvenes de la Diócesis de Asidonia-Jerez vuelven a casa. Después de vivir momentos de oración y encuentro con el Señor junto a otros jóvenes del mundo unidos a sacerdotes, Obispos y el Papa Francisco, tienen ahora la tarea de llevar a otros todo lo sentido y experimentado en Portugal. Hablamos del testimonio, que es lo visto y oído que puede ser capaz de cambiar la vida de muchas personas. Por este motivo, desde la Diócesis nos acercamos a estos jóvenes para que nos cuenten que ha sido para ellos la JMJ de Lisboa. La primera protagonista será Rebeca, joven jerezana de 17 de años, que aunque a pesar de tener distintas vicisitudes en la vida debido a la enfermedad que padece, Esclerosis Tuberosa, su único sueño era participar en la JMJ.

La primera y fundamental enseñanza que nos deja tanto Rebeca como su madre Ana María, que también ha estado presente en la JMJ, es la confianza en el Señor, ya que Él lo puede todo. Así nos lo explica Ana María, quien nos admite primero el miedo que tuvo de asistir a un evento de tal calibre con su hija, la cual tiene unas circunstancias especiales debido a la enfermedad que tiene. Pero al igual que vino el miedo, nos menciona que una vez allí en Lisboa con la ayuda de voluntarios, sacerdotes de la Diócesis y fieles, el Señor les fue llevando haciéndoles vivir momentos únicos e irrepetibles.

Por otro lado, Rebeca nos explica lo que más le ha impactado de la JMJ. Son son dos esos momentos, el primero de ellos ha sido el cumplir su sueño que era conocer todo el legado del Papa San Juan Pablo II con la creación de la Jornada Mundial de la Juventud. Y el segundo poder sentir esa cercanía con el Santo Padre, en este caso el Papa Francisco. Asimismo, nos destaca la frase con la que se queda de los distintos discursos del Papa, y es que no tengamos miedo abrir las puertas a Cristo.

Otro de los momentos que nos destaca esta joven jerezana es la carta que le ha escrito al Santo Padre, la cual una vez en la JMJ quería hacerle entrega. Toda esta idea fue conocida en Portugal por otros jóvenes que le acompañaban, los cuales lo pusieron en oración junto a Rebeca, y fueron estos quienes le ayudaron a entregársela a un Cardenal.

«Yo la he vivido muy intensa, porque la he visto tan feliz». Con estas palabras Ana María, madre de Rebeca, nos cuenta como ha sentido esta JMJ, que a pesar de las distintas vicisitudes que se ponen el camino, ha visto la fraternidad y unión con la Iglesia que ha hecho que junto con todos los allí presente se sientan ayudados y atendidos. Asimismo, nos destaca de los distintos discursos del Papa Francisco la frase de que los jóvenes aunque se caigan tienen que levantarse. Antes de terminar manda un mensaje a todos los padres que vivan una situación parecida, que no es otra que se dejen confiar en el Señor porque con Él todo se puede.

Por último, Rebeca nos cuenta los momentos de oración con los que más se queda, el primero de ellos fue en una oración de Taize donde un voluntario le facilitó el poder besar la cruz. Y el segundo, es la oración de todos sus compañeros para que pudiera entregar su carta. Asimismo, esta joven jerezana manda un mensaje a todos los jóvenes que no han podido ir a la JMJ, y es que no tengan miedo de abrir las puertas a Cristo y que «si van a la JMJ podemos construir una sociedad más justa, cristiana, humana y abierta a los hermanos más necesitados».